miércoles, 13 de julio de 2011

Camino a Cafayate

Salimos temprano, la jornada sería larga.
Destino:
                            Cafayate

Llama la atención, por esta época del año, los cauces de ríos secos. 


Uno está acostumbrado a que la palabra río signifique agua, sin embargo, no hay que engañarse, pues en el verano, las lluvias y los deshielos de las altas cumbres, crean, aparentemente de la nada, turbulentas masas de agua que arrasan lo que encuentran en su camino.

Enfilamos para Cerrillos... 

Doblamos a la derecha en El Carril 

Empieza la fiesta para los ojos y el espíritu.

Los cactos, con sus dedos de "E.T"... 
...parecen señalar que no estamos solos en el universo.
La magia del paisaje dispara mi imaginación...


...una cabeza en la cima del cerro, observando el más allá.

Más acá, los pequeños placeres del paladar
 y las artesanías.







Y los contrastes... 
Milenarios, centenarios, y la ruta y cables del alumbrado.

 Cielo... ...cumbres, aire puro.







    Guanacos...
Primeras casas...
Primeras calles de Cachi.
La iglesia, el museo.
Los artesanos.
Patios coloniales...
Más calles...













Más historia
Para quedarse...
Arnaldo Zarza
Próxima entrega: Llegando a Cafayate.