Extracto
de un cuento del Marahá de Kapurthala
… Y
fue así como llegué a conocer el intrascendente escrito, del cual
escribí una nota en el Daily telegrafth de Chortum, que transcribo a
continuación, y más tarde al mismísimo Odlanra, meses antes de su
ejecución.
Es
sabido que el filósofo mahorí Jean Odlanra es contradictorio y en
algunos casos, altanero, sin embargo, aunque sus escritos poseen
cierto tufillo de pedantería, no por ello dejan de reflejar las
incoherencias del pensamiento humano, o por lo menos, de Odlanra.
He
aquí, algunos conceptos recopilados del libro “Tu y yo”, de
Odlanra.
Dicen
que reyes y millonarios de toda laya, comen, beben, respiran,
eructan, pedan, cagan y mueren como el común de los mortales.
Jean,
luego de estos párrafos poco felices, se aboca de lleno a la tarea
de dar consejos de auto-ayuda a troche y moche, tarea en la que pone
de manifiesto su conocimiento sobre el gusto de sus lectores.
Y
parece que no le va mal, vender... vende, el hombre.
Lo
que sigue son los consejos de quién aconseja no dar consejos...
Apura
el paso, despierta, no esperes que la modorra se adueñe de ti.
Vive
un siglo en un minuto, y ama minuto a minuto.
Haz
el bien a quién creas merecer.
Observa
y juzga con la vara de tu conducta.
Ama
a tu prójimo con el filtro de tus sentimientos.
No
abras juicio ni des sugerencias donde no tienes cabida.
No
seas neutral.
Duda
para llegar a la verdad.
Se
neutral cuando creas necesario.
Admite
que eres falible.
Toma
tu tiempo para decidir, pero recuerda, decide a tiempo.
No
caigas en el facilismo de dictar normas de conducta.
Si
tienes miedo, humano eres.
Sin
coraje, el camino se hace arduo, sin objetivos; incierto.
Amate
a ti más que a tu prójimo.
Se
sincero contigo, se diplomático en sociedad.
Si
eres joven, eterno/a eres.
Trata
de no mentir.
Hazlo
ahora, mientras puedes.
Piensa
en el futuro sin olvidar el pasado.
Miente
por amor.
Miente
por piedad, o cuando sea necesario.
Ten
en cuenta que don dinero es el gran aliado de la felicidad.
Cuando te sientas solo, en el mar de la incomprensión, respira hondo, mira el horizonte con esperanza, aleja de ti las malas ondas y piensa que tu posees las llaves de la victoria, luego sal del pozo, con garra, lágrimas o lo que sea necesario, pues no necesitas a nadie más que a ti para encontrar tu camino.
No olvides que el pasado es nuestro gran delator...
… Y
Dios, el gran asesino.
Por
último.
Pasa
por un filtro todo lo que escuches o te digan...
… Y
no des consejos.
Como
dije al comienzo, no deja de ser un catálogo de máximas o aforismos
que ponen de manifiesto las contradicciones del pensamiento humano,
o mejor dicho, del señor Odlanra.
Arnaldo Zarza