miércoles, 20 de febrero de 2013

Autoayuda, aforismos y algo más


      Extracto de un cuento del Marahá de Kapurthala
Y fue así como llegué a conocer el intrascendente escrito, del cual escribí una nota en el Daily telegrafth de Chortum, que transcribo a continuación, y más tarde al mismísimo Odlanra, meses antes de su ejecución.
Es sabido que el filósofo mahorí Jean Odlanra es contradictorio y en algunos casos, altanero, sin embargo, aunque sus escritos poseen cierto tufillo de pedantería, no por ello dejan de reflejar las incoherencias del pensamiento humano, o por lo menos, de Odlanra.
He aquí, algunos conceptos recopilados del libro “Tu y yo”, de Odlanra.
Dicen que reyes y millonarios de toda laya, comen, beben, respiran, eructan, pedan, cagan y mueren como el común de los mortales.
Entonces; estas pequeñas e insalvables similitudes, desgraciadamente, nos hermana a estos pillos.
Jean, luego de estos párrafos poco felices, se aboca de lleno a la tarea de dar consejos de auto-ayuda a troche y moche, tarea en la que pone de manifiesto su conocimiento sobre el gusto de sus lectores.
Y parece que no le va mal, vender... vende, el hombre.
Lo que sigue son los consejos de quién aconseja no dar consejos...
Apura el paso, despierta, no esperes que la modorra se adueñe de ti.
Vive un siglo en un minuto, y ama minuto a minuto.
Haz el bien a quién creas merecer.
Observa y juzga con la vara de tu conducta.

Ama a tu prójimo con el filtro de tus sentimientos.
No abras juicio ni des sugerencias donde no tienes cabida.
No seas neutral.
Duda para llegar a la verdad.
Se neutral cuando creas necesario.
Admite que eres falible.
Toma tu tiempo para decidir, pero recuerda, decide a tiempo.
No caigas en el facilismo de dictar normas de conducta.
Si tienes miedo, humano eres.
Piensa en que nacimos solos, viajamos solos, y morimos solos.
Sin coraje, el camino se hace arduo, sin objetivos; incierto.
Amate a ti más que a tu prójimo.
Se sincero contigo, se diplomático en sociedad.
Si eres joven, eterno/a eres.
Trata de no mentir.
Hazlo ahora, mientras puedes.
Piensa en el futuro sin olvidar el pasado.
Miente por amor.
Miente por piedad, o cuando sea necesario.
Ten en cuenta que don dinero es el gran aliado de la felicidad.



















Cuando te sientas solo, en el mar de la incomprensión, respira hondo, mira el horizonte con esperanza, aleja de ti las malas ondas y piensa que tu posees las llaves de la victoria, luego sal del pozo, con garra, lágrimas o lo que sea necesario, pues no necesitas a nadie más que a ti para encontrar tu camino.
No olvides que el pasado es nuestro gran delator...
… Y Dios, el gran asesino.
Por último.
Pasa por un filtro todo lo que escuches o te digan...
… Y no des consejos.
Como dije al comienzo, no deja de ser un catálogo de máximas o aforismos que ponen de manifiesto las contradicciones del pensamiento humano, o mejor dicho, del señor Odlanra.

Ya lejos en el tiempo, aquel escrito y el trájico final de Jean Odlanra, aparentemente ajusticiado por uno de sus dichos, que aun hoy los considero banales e inofensivos, aunque, desgraciadamente no fuera así para los jerarcas de aquella lejana comarca de bárbaros, me parece desmesurada la condena, a no ser que ella se debiera a la insignificancia del texto.
                                                          Arnaldo Zarza