martes, 21 de agosto de 2012

¿Es posible retardar el tiempo?

                    La relatividad

-El viajero de Langevin-
El joven Alan, hermano gemelo de Bernardo, se embarca en una nave espacial que viaja a un tercio de la velocidad de la luz con destino a una estrella lejana. Ambos se juramentan encontrarse al regresar la nave.
Bernardo espera diez años hasta que su hermano Alan vuelve a la Tierra.
Al bajar Alan por la escalerilla del cohete, grande fue la sorpresa de ambos:  Alan aun era un hombre joven, mientras que Bernardo se había convertido en un anciano.
Esta es una versión libre del escrito de Paul Langevin, Físico francés, 1872/1946, a propósito de una consecuencia de la teoría de la relatividad: 
La contracción del tiempo.


En su discurso a la Asamblea alemana de  físicos del 21 de septiembre de 1908, Hermann Minkowski, matemático alemán, pronunció una frase que se hizo célebre en el mundillo científico:  
“A partir de ahora, el espacio en sí y el tiempo en sí están condenados a desvanecerse en la sombra, y sólo la unión de los dos podrá tener un sentido”.





Refiriendose a la velocidad de la luz como una constante, ( en el vacío), dijo Einstein:
¿Quien diría que esta ley tan simple ha sumido a los físicos más concienzudos en grandisimas dificultades conceptuales? 




Algunas consideraciones sobre “la teoría de la relatividad”, para gente como uno... para los que no estamos familiarizados con las ciencias físicas y que tratamos de entenderla, sin rigor ni pudor.
La luz es el elemento mediante el cual podemos conocer con cierta precisión el mundo que nos rodea. 
Los puntos de vista, o de observación, son cruciales a la hora describir los comportamientos de objetos en movimiento.

Ejemplo.
Si un pasajero tirara una piedra muy pesada desde un tren en movimiento, la vería caer en linea recta, como si acompañara al tren.
Sin embargo, un observador que estuviera en el andén, mirando pasar al tren, vería caer a la piedra describiendo una parábola.
Vale decir que la descripción de la caída de la piedra es relativa a cada observador, el del tren, y el del andén.
Este ejemplo sirve de adiestramiento para interpretar los hechos que suceden con objetos móviles respecto un observador en reposo. Tren y hombre en el andén, en este caso.




Ahora un ejemplo de lo que prevé la teoría de la relatividad.
Si ese mismo tren viajara muy rápido, por ejemplo, a una velocidad próxima a la de la luz: 100000km/s, el observador del andén vería los vagones contraerse en el sentido de la marcha del tren.
Y no solo vería que los vagones se acortan, también notarían que su masa crece   considerablemente, y el tiempo... el tiempo que transcurre para los pasajeros del tren, será más lento que para el observador.
¡Caracoles... ! Digan que no hay trenes tan rápidos, sino ya estaría comprando los pasajes...
Desde que Einstein observó que el tiempo no es absoluto, sino que depende de la velocidad del móvil, (tren, en el caso de este ejemplo), respecto a un observador, (en el andén), algunos conceptos de la física tradicional quedaron patas para arriba.
La luz a jugado una mala pasada a la física Newtoniana.
Es que la luz tiene un curioso comportamiento, no respeta la adición de velocidades como describe la ley de Galileo/Newton.

                                        Newton vs Einstein
Las diferencias más importantes respecto al pensamiento de Newton y Einstein tienen que ver con el tiempo y el espacio. 
Para Newton se trata de conceptos absolutos, para Einstein, de conceptos relativos que dependen de la velocidad de los objetos, los cuales no pueden alcanzar la la velocidad de la luz. 
Para Newton, un segundo de tiempo es el mismo en cualquier parte del universo.
Mientras que para Einstein el tiempo se comporta diferente para los objetos en movimiento. Cuanto más rápido se mueve un cuerpo, más lento transcurre el tiempo.
Pero, hay que reconocer que Newton, aun sin el conocimiento de este extraño comportamiento de la luz, predijo casi todos los movimientos de los astros y trayectorias de objetos lanzados por el hombre con asombrosa exactitud cuando edificó su teoría de la gravitación universal.
Y es el día de hoy que cálculos y predicciones que no involucren a móviles de altísima velocidad se siguen resolviendo con su vieja receta.

La luz en el espacio se propaga con una velocidad constante.
C= 300000km/h= velocidad de la luz: constante universal.
Si en el tren de gran velocidad que usamos como ejemplo al comienzo de la nota, se prendiera el reflector de la locomotora, la luz no tendrá como velocidad final la sumatoria de la velocidad del tren, mas su velocidad, (De la luz), 100000km/s+300000km/s= 400000km/s, como indica la ley de adición de velocidades, pues la luz, por raro que parezca, se aleja del tren siempre a su velocidad de 3000000 KM/SG.
Debido a ello, el observador del andén, para quién también la velocidad de la luz es una constante, C=300000 KM/SG, vería al tren achicarse en el sentido de su movimiento, pues el tren, desde el punto de vista del observador del andén, no puede restarle velocidad a la luz que va delante de él, (el tren).
Difícil de digerir el concepto, que más bien parece un juego de palabras o una paradoja.
Pero se ha demostrado que es cierto.

Desde entonces, (Cuando surgió la teoría de la relatividad), definir la posición de un punto en el espacio requeririó cuatro números.

Largo: (x), ancho:(y), alto:(z), y... una dimensión temporal.
Tres números para describir la posición donde ocurre el suceso y uno para determinar el tiempo en el que sucede.  
Concepto conocido como “Espacio-tiempo”.
La teoría de La relatividad especial creada por Albert Einstein fue dada conocer en el año 1905.


Pd: Albert einstein usó las transformaciones de Lorents y la teoría electromagnética de Maxwell
 en parte del desarrollo su teoría.
Los físicos que estudian las partículas elementales a través de aceleradores de partículas, (aparato que imprime a electrones, protones o núcleos atómicos velocidades cercanas a la de la luz), usan para sus cálculos la mecánica relativista.
                         Arnaldo Zarza